La apostilla en los procedimientos mexicanos
Si bien el trámite de la apostilla es muy sencillo, es común que por prisa y desconocimiento surjan ganas de saltarse este requisito al presentar documentos extranjeros en un procedimiento o medio de defensa, arriesgando terriblemente el triunfo.
Pero, ¿qué es una apostilla?
Es la certificación que hace un gobierno de la autenticidad de la firma y calidad en que el signatario del documento haya actuado, y en su caso la identidad del sello que ostente. Surgió como una facilidad administrativa en el Convenio de la Haya del 05 de octubre de 1961, suprimiendo la exigencia de la legalización de los documentos públicos extranjeros y sustituyéndola por la apostilla.
¿Cuáles son las consecuencias de no presentarla?
Para que un documento público extranjero tenga valor probatorio y se considere que lo plasmado en él es real y fue expedido por un funcionario público, este debe acompañarse con la apostilla respectiva; las consecuencias de no presentarla dependerán del alcance especificó del documento, en algunos casos con resultados funestos como el sobreseimiento por no acreditar el interés en el juicio.
Tramitar una apostilla es más fácil, rápido y efectivo que un Amparo en Revisión, jamás arriesgues el triunfo.
Por ejemplo, en un embargo llevado a cabo por la autoridad aduanera donde para acreditar la propiedad de lo embargado es necesario presentar documentos expedidos por una autoridad extranjera, estos deben ser apostillados por la Secretaría de Estado que corresponda.
El trámite es tan sencillo cómo llenar una forma, pagar los derechos y solicitarla por correo; es obligación del cliente proporcionarla.
El Estado mexicano también emite apostillas, certificando la autenticidad de los documentos públicos expedidos por los funcionarios y notarios públicos para que tengan efectos en el extranjero; el trámite es similar y depende también de quién haya expedido el documento.
El uso de documentos extranjeros no se limita al comercio exterior, la necesidad de apoyarse en ellos surge en cualquier materia y la constante es jamás los presentes sin un apostilla y traducción al español, pues de ellos son parte indispensable en cualquier litigio.
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